Uno de ellos fue el curso de soldadura, que permitió capacitar a una decena de jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Omar Valenzuela, responsable del espacio de formación, está convencido que brindar oportunidades laborales a los más jóvenes “los saca de la esquina, de la calle”.
“Me siento orgulloso con mis alumnos; de haberles enseñado un oficio, lo que yo sé, para que ellos tengan una fuente laboral. Mucha gente los deja de lado porque creen que están haciendo las cosas mal, pero tenemos que darle oportunidades, sacarlos de la calle”, resaltó.
Entre los múltiples talleres de oficio que se dictaron, se encuentran las propuestas de clasificador y embalador; costura; panadería; peluquería y depilación.
“Yo, con mi emprendimiento, les enseñé a soldar. Esa fue mi idea para que ellos tuvieran una fuente laboral y vender lo que producen. Por ahí ellos se sienten solos y no tienen contención de nada, pero, con una fuente laboral, ellos se abren”, culminó.