El proyecto materializa una propuesta de huerta que hace cinco años el establecimiento intenta poner en marcha.
Esta propuesta es impulsada por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, y funciona con éxito desde el 2017 propiciando la producción familiar, aportando materiales para la estructura, plantines e incluso en ocasiones agua para el riego de las plantas.
La Jefa de DAPA (Departamento de Atención Programada para Area), Betania Maureira fue quien escuchó sobre la propuesta en una charla del ministro Alberto Diomedi, y se le ocurrió complementarlo a las actividades que se llevan a cabo en la casa.
“Cuando Betania me cuenta esta iniciativa nos pareció muy bueno poder formalizar una propuesta que ya teníamos, y hoy participan en el invernadero entre 10 y 15 usuarios habitualmente”, describió el jefe de Servicio de Salud Mental, Federico Schenkel.
Además agregó que la importancia de trabajar la tierra con vistas a la autodeterminación de las personas, que pueden cultivar y después intercambiar los productos con la comunidad. “Poder vender, como lo hace un chacarero del pueblo es simbólicamente muy importante para el usuario, le permite entrar en el circuito de intercambio social”.
El invernadero fue construido hace unos días por profesionales de la Dirección de Agricultura y, técnicos de la Delegación Valle Medio del MAGyP asesoraron en la siembra.
El Programa Invernadero dentro de la Casa de Salud Mental es un complemento de otros talleres que se llevan a cabo en la institución. En este sentido, se busca que lo cosechado en la huerta pueda ser utilizados en el taller de cocina, realizando alimentos elaborados. Esta apuesta es de una gran perspectiva de inclusión social resulta un dispositivo como momento de realización comunitaria antes de la externación definitiva.