El espacio de formación está a cargo de Natalia Meyer, quien coordina las actividades y transmite los conocimientos adquiridos previamente.
“El Consejo de la Mujer determinó que ella sea la instructora, porque es una persona muy solidaria y con ganas de devolver lo que ha recibido. Su actitud y su espíritu de superación, como mujer agraviada por su pareja, es un plus que ella le agrega a este taller. El carácter cooperativo, de tener claro que uno puede superarse, lo plasma ella a cada rato y todo el tiempo”, sostuvo Andrea Lascala, licenciada en Trabajo Social y técnica del Consejo en la ciudad Andina.
El taller permite adquirir la técnica de construcción de placas de tetrapack, que luego son colocadas en las paredes de las casas. Se prioriza las viviendas habitadas por madres solas, aquellas que registran filtraciones por la lluvia o la nieve, personas desocupadas o familias sin acceso a red de gas.
“El grupo está conformado por mujeres que tienen la necesidad de que sus casas sean mejoradas y por otras que quieren colaborar y ser solidarias. Todas se emocionan mucho al terminar un trabajo, porque esto no es un maquillaje, es algo que puede cambiar la vida de muchas personas”, dijo.