Desde hace siete años se ocupa íntegramente de la crianza de sus cuatro hijas; de 8, 9, 14 y 15 años, sustentando su hogar, en San Carlos de Bariloche, con el oficio que aprendió en su niñez.
“Tengo un taller de herrería, heredado de mi padre. Soy técnico mecánico electricista, recibido en el CET 2”, contó.
Orgulloso de su oficio, que aprendió en su hogar, Edgardo explicó que “es una buena salida laboral, con mucho potencial, y como oficio no pasa de moda, porque cuesta reemplazar”.
Para impulsar el crecimiento de su proyecto, que denominó “Vulcano”, la provincia le brindó la posibilidad de adquirir, a través del Ministerio de Desarrollo Social, los materiales para realizar una nueva instalación eléctrica y adquirir un crique hidráulico “para armar una plegadora de chapa, que se encuentra en pleno proceso de armado”.
“A mí, como a mucha gente emprendedora e independiente, nos da un impulso. El apoyo del Gobierno de esta manera ha sido muy positivo para poder avanzar un escalón más. En mi caso para poder pasar de una herrería a una semi-metalúrgica”, destacó Edgardo.
Entre otros trabajos, diseñó la cúpula de la iglesia de Melipal y ha realizado trabajos en panaderías, comercios, instituciones y complejos de viviendas.
Sus referencias se completan con su formación durante tres años como Ingeniero Civil, en la Universidad Tecnológica Nacional –UTN- de Córdoba, y varios cursos de soldadura que lo llevaron a perfeccionarse en la materia, lograr originales diseños y crear excelentes trabajos que hoy sustentan a su familia.