El convenio, llevado a cabo en el marco del Plan Argentina Contra el Hambre, busca fomentar la promoción del consumo y el desarrollo de mercados internos y externos para los productos agrícolas, forestales, ganaderos y pesqueros de Río Negro.
El mismo fue firmado por el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, Miguel Gómez; el subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Gabriel Osatinsky; y el ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro, Carlos Banacloy.
Banacloy explicó que el convenio se firmó para potenciar las producciones locales, incluyéndolas en la tarjeta alimentaria “que tiende a mejorar la alimentación de los ciudadanos, a través de la incorporación de más frutas, lácteos, verduras y carnes”.
“Hoy hay una intencionalidad de que nuestras frutas, hortalizas, miel y carnes sean parte de una lógica dentro del presupuesto que invierte el Estado. La Gobernadora ha hecho foco en aprovechar este presupuesto para dinamizar nuestras economías, por esto es muy importante este convenio, para que vayamos más allá de la frontera de Río Negro y podamos llevarlo a nivel nacional”, agregó.
Desde la Secretaría de Economía Social se pondrán a disposición todas las herramientas y estrategias necesarias para desarrollar y fortalecer la comercialización de todas las ramas productivas. En tal sentido, Osatinsky explicó que la idea es “atender primeramente la situación de emergencia para que la gente pueda consumir frutas y verduras a mejor precio y a su vez generar mejores ingresos para el pequeño productor, abaratando sus costos. Buscamos una comercialización más justa en la lucha emprendida contra el hambre. El plan de trabajo abarca este año y el próximo”, destacó.
El Plan Argentina Contra el Hambre busca generar acciones conjuntas con las provincias para atender la situación alimenticia de los argentinos más necesitados y dentro de este marco, el convenio buscará apoyar y fomentar la propuesta de garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población rionegrina, apoyándose en el fortalecimiento de las acciones que tengan como finalidad brindar respuesta a la temática alimentaria.
Desde la Secretaría de Agricultura Familiar ven el convenio como una oportunidad para planificar la producción futura y atender la emergencia. “El convenio plasma una sinergia que debemos construir entre las distintas dependencias del estado nacional y las provincias. Debemos garantizar la calidad de vida del pequeño productor, ofreciendo buenas condiciones de trabajo, mejorando sus ingresos y rompiendo la concentración actual del mercado”, expresó Gómez.
El pacto firmado con Río Negro es el primero y se buscará replicarlo con otros estados provinciales. La provincia patagónica tiene un excedente de materias primas que en el caso de la fruta llega a 150 o 200 millones de toneladas que quedan en la planta sin comercializarse y que la convierte en el puntapié inicial ideal para este Plan.
Para el Ministro Banacloy “es indispensable que esa producción llegue a la gente. Hay que romper con la estacionalidad, llegar a todo el país todo el año y con una mejor oferta. Para eso es necesario un trabajo conjunto entre el Estado provincial y el Nacional, incorporando tecnología y buscando una comercialización más justa”.
En la actualidad de Río Negro, unas 2000 familias viven de la agricultura familiar, otras 1300 lo hacen de la pesca y hay cerca de 2700 productores ganaderos. La provincia es el segundo exportador mundial de peras, una fruta poco consumida en el país por lo que el 60 por ciento de su producción sale al exterior.