Tres helicópteros de combate de fuego, uno de transporte (asignado por el Ejercito) y tres aviones hidrantes con tiros de 1.000 y 1.500 litros de agua aúnan esfuerzos para combatir las llamas en un gran operativo desplegado.
El director general del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, Alberto Seufferheld, explicó que el operativo comienza muy temprano en la mañana con el transporte y despliegue del personal que no puede acceder a los puntos de trabajo vía terrestre. Luego, el director de tiro define dónde se realizarán los disparos de agua en el foco de trabajo y se despachan aviones y helicópteros, dependiendo las condiciones climáticas del momento.
El sistema de recarga de agua es un punto clave para el exitoso desarrollo del despliegue. "En el caso de los aviones se recargan con el sistema de bomberos de la localidad. Determinaron un sistema de recarga que es eficiente y han bajado los tiempos", explicó Seufferheld.
Para los helicópteros, una vez definido el lugar de trabajo, "se busca una laguna, el espejo de agua o río para poder extraer el agua", indicó el dDirector y agregó que con maquinaria "se hicieron pozones en los ríos para poder sacar agua de esos espacios".