El Vivero depende de la Dirección de Bosques de Río Negro, posee una gran diversidad de plantas y árboles nativos, y tiene una estrecha relación con los vecinos, que lo visitan regularmente en busca de asesoramiento, para conseguir semillas o ejemplares, o simplemente paseos recreativos.
Darío Schauman, técnico de la Dirección de Bosques, explicó que con los incendios de este verano, que destruyeron miles de hectáreas de bosques y pastizales, además de infraestructura de pobladores, “generaron mucha inquietud y consultas, además de ganas de involucrarse en tareas de reparación”.
“Siempre atendemos las demandas de los vecinos y en este caso, canalizamos la preocupación en un ciclo de charlas y capacitación en recolección de semillas forestales nativas, para avanzar en la regeneración de los bosques”, señaló Schauman.
La iniciativa tuvo una gran aceptación y “muchísima gente se acercó al Vivero para participar”, lo que llevó a la organización de tres charlas por semana en abril hasta un total de 16, con 30 personas por cada una, dirigidas tanto a vecinos como escuelas o asociaciones.
Les enseñan los mecanismos y protocolos para cosechar y conservar adecuadamente las semillas, que “es el punto de partida de cualquier reforestación del bosque”. Se trata de encuentros al aire libre que incluyen un recorrido para conocer las fuentes de semillas, cosecharlas y sumarlas al stock del Vivero.
Luego las clasifican y guardan en condiciones para sembrar, generar almácigos, cultivar y reproducir, en la segunda etapa de la tarea.
Este trabajo se hace en forma excluyente con plantas y árboles nativos, con las mismas especies que hay en el entorno natural originario de El Bolsón.
“Hay muchas especies, las principales son nothofagus, como ciprés de la cordillera, coihue, ñire, lenga y otras. También algunos arbustos del sotobosque, como maqui, radal y michay”, precisó Schauman.
Las etapas
Oscar Lebed, director del Vivero, destacó que “ya participaron más de 300 personas, en la primera etapa que comenzó en marzo y terminará en mayo”, y explicó que “la segunda parte se dedicará a tratamientos pre germinativos, preparación del sustrato, siembra y trasplante”.
“En este Vivero hay más de 80.000 ejemplares y mucha variedad. Un 80 por ciento es de especies nativas y el 20 por ciento plantas ornamentales exóticas y para arbolado urbano”, explicó Lebed.
Indicó que el Vivero fue creado en 1974 y en 1986 comenzó con la siembra de plantas y árboles nativos, y que en los últimos años creció la demanda de ejemplares y asesoramiento de otras provincias de la Patagonia.