La aeronave de la Provincia, que comenzó siendo avión sanitario pero se reconvirtió en multipropósito en 2021, viene desde entonces cumpliendo tareas de traslados, detección de incendios y rastrillaje de personas extraviadas. Esta nueva función incluye un trabajo articulado del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios (SPLIF) y la Dirección de Aeronáutica.
Durante la temporada de mayor peligrosidad de incendios, el avión cumplirá funciones de detección temprana de focos y se complementará con el trabajo de los aviones observadores que aporta el Servicio Nacional de Manejo del Fuego en la Zona Cordillerana.
En total, la aeronave estará monitoreando una superficie de casi 5.000.000 de hectáreas. “Es un territorio muy grande, donde se trabaja en conjunto con los cuarteles de bomberos y es muy importante el trabajo de una aeronave de estas características, por las distancias y la posibilidad actuar rápidamente”, explicó el coordinador del SPLIF, Marcelo Rey.
El avión trabajará especialmente en las jornadas posteriores a días de tormentas eléctricas, donde la caída de rayos puede generar focos de incendio en los campos.
“El avión articula ante una solicitud de SPLIF con la Dirección de Aeronáutica. El alerta surge de la sede de SPLIF en General Conesa y, si están dadas las condiciones de vuelo, se despachará la aeronave desde el aeropuerto de Viedma. Todo eso se complementa con el trabajo en terreno de los brigadistas y bomberos”, explicó Rey.
Además, se trabaja en conjunto con la empresa rionegrina INVAP para la instalación de una videocámara que permita una detección mucho más rápida y el posterior análisis de las imágenes capturadas.
“El avión es una recuperación patrimonial de la provincia. En su proyecto original tenía el único objetivo de trasladar pacientes, pero luego con la compra del nuevo avión sanitario se dispuso que pase a cumplir otro rol clave en detección de incendios y transporte aéreo en situaciones de urgencia”, explicó el director de Aeronáutica, José María Sheverin.