"La transición al gas natural, facilitada por el nuevo gasoducto, elimina la necesidad de transportar gas en camiones a la región, lo cual era una logística costosa y complicada. Ahora, con un suministro constante y eficiente de energía, se reducen las emisiones de partículas contaminantes provenientes de la quema de leña, mejorando la calidad del aire y reduciendo la incidencia de enfermedades respiratorias", aseguró la Secretaria de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, Judith Jiménez.
Además, al disminuir la necesidad de leña, se protege la biodiversidad y se previene la erosión del suelo, favoreciendo la conservación de nuestros recursos naturales.
La Secretaría de Ambiente y Cambio Climático realizó los estudios de impacto ambiental que garantizaron la viabilidad y sostenibilidad del gasoducto. Estas evaluaciones fueron fundamentales para asegurar que el proyecto se desarrollara respetando los estándares ambientales, minimizando los efectos adversos sobre el entorno natural y la comunidad.
El gasoducto también ofrece beneficios socioeconómicos. La disponibilidad de gas natural en la región no solo facilita un entorno más limpio y seguro para las familias, eliminando la necesidad de buscar o proveerse de madera o garrafas de gas, sino que también optimiza el tiempo y los recursos de los hogares. Esto, a su vez, fomenta un desarrollo socioeconómico más equitativo y sostenible, beneficiando a los habitantes de la provincia.
Además, el impacto positivo de esta obra se extiende a la industria, creando un entorno propicio para el desarrollo de nuevos proyectos y atrayendo inversiones que anteriormente no eran viables debido a la falta de un suministro energético confiable.