Luis aprendió su oficio desde muy chico en las chacras, junto a su padre. “Yo viví en las chacras con mis padres desde que tenía 11 o 12 años, y siempre me gustó lo que es el tema de las plantas. Mi padre, que en paz descanse, me llevaba a podar con él y así fui aprendiendo”, expresó.
“Desde entonces, siento un amor muy profundo por las plantas”, recuerda con emoción. Ese sentimiento lo llevó a especializarse en la poda de árboles de vereda, práctica en la que está habilitado tras completar un curso especializado que dicta el municipio local, uno de los muchos municipios rionegrinos que impulsa experiencias similares.
La poda y su importancia para la salud del árbol
La poda es esencial para mantener la estructura de los árboles y asegurar que crezcan en forma equilibrada. Flores explica que esta práctica permite que los árboles reciban más luz y aire, dos factores cruciales para evitar enfermedades y mejorar su calidad de vida. “Nosotros sacamos los chupones, las varillas y todo lo que esté mal para que el árbol tenga mejor sombra, más aire y más luz, y así evitamos que lo ataque la cochinilla o que vengan otras pestes”, nos cuenta en plena tarea.
En su experiencia, la poda no sólo es importante para los árboles frutales, sino también para los de sombra, como los que abundan en las veredas de nuestras ciudades.
El momento adecuado y las herramientas precisas
La poda preventiva se realiza, generalmente, durante los meses de invierno, cuando el árbol está en reposo. “La poda comienza en mayo y va hasta agosto. A veces, si alguna planta lo requiere, nos autorizan a seguir un poco más, pero ya después no”, explica.
Para llevar a cabo su trabajo, Luis utiliza herramientas sencillas pero eficaces: tijeras de podar y serruchos bien afilados. “Lo fundamental para un podador es tener la tijera y el serrucho con buen filo. Además, hay que cortar bien cerca del tronco, no dejar ramas grandes que puedan causar problemas.”
Este Día del Árbol, celebremos a las personas como Luis, quienes, con sus conocimientos y amor por la naturaleza, aseguran que nuestros árboles crezcan fuertes y saludables, brindándonos sombra, belleza y, sobre todo, aire puro.