Fue en Comallo, hace 22 años, cuando un alumno de la primaria local, apasionado en la búsqueda de tesoros fósiles, descubrió un cráneo enorme con un pico, en un hallazgo llamado a sorprender al mundo: había encontrado al ave predadora más grande del cenozoico, ágil y de gran inteligencia, que desde esta zona, hace 15 millones de años, se ubicó en la pirámide alimenticia de Sudamérica por sobre los mamíferos.